Actualizado hace: 955 días 11 horas 23 minutos
Transporte
El odontólogo que hizo su carrera en ‘bici’

La bicicleta fue su compañera fiel en sus últimos años de estudio y el internado, y hasta lo trasladó a su incorporación.

Jueves 13 Octubre 2016 | 08:00

Farid Mendoza Vera mira con afecto el vehículo de dos ruedas en el que diariamente se trasladó desde su casa, en la Quito y avenida Manabí, hasta la universidad San Gregorio, donde estudió odontología.

Le permitió sortear el tráfico, que tras el terremoto se volvió “imposible” en esa zona, y ahorrar unos seis dólares diarios en taxi porque asistía en doble jornada.
Es más, cuenta que el 30 de septiembre, vestido con capa y birrete, fue a la ceremonia de incorporación en su bicicleta y, como siempre, la dejó encargada al guardia porque en la universidad no hay parqueadero seguro para este tipo de vehículos. La gente se sorprendía de verlo vestido así y en bicicleta.
“Prácticamente era el único que llegaba en bici a la universidad; después empezó a hacerlo un compañero de Pedernales”, recuerda el joven de 25 años, que espera el sorteo para hacer el año rural y, si es posible por la distancia, seguirá viajando en su bici, ya que el transporte en taxi se ha encarecido.
Dificultad. Mendoza recalca que si bien se ahorra con el traslado en bicicleta, es un problema circular en una ciudad donde no hay ciclovía, los conductores no respetan a los ciclistas y tampoco hay espacios seguros para parqueo. “No respetan, tenía que hacer bulla con el timbre para que me miraran”, señala.
Si circular en bicicleta es normal en otros países debería implementarse en la ciudad que se planifica tras el terremoto, espacios seguros para los ciclistas porque con el traslado de la ciudad prácticamente no hay espacio para estos vehículos, añade el odontólogo.
Solo dos centros comerciales tienen asignado un espacio para las bicicletas, indica.
El nuevo odontólogo portovejense aprovecha su bici para ejercitarse, lo que influye para tener una buena salud.
>PINTURA. Mendoza compaginó sus estudios con la pintura, que practica desde que tenía ocho años, cuando ingresó a cursos vacacionales. También aprendió a pintar de manos de su abuela materna Zully Cedeño, y ya montó su primera exposición en la cafetería La Tasca.
Se trata de la serie “Magenta”, que consiste en 28 cuadros en los que la cromática dominante hace alusión al nombre de la muestra. Le seguirá una exposición con enfoque social con pintura al óleo, con crayones, acrílicos, acuarelas, para crear conciencia sobre temas actuales.
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