La ciudadela Valle Hermoso, situada en el paso lateral, tiene una entrada llena de flores y llantas de carros decoradas que hacen las veces de maceteros.
Las calles, a pesar de no estar asfaltadas, lucen limpias y sus casas, la mayoría de caña, te transportan a otra época.
Sin embargo, una vez que ingresas comienzan los problemas.
Maritza Roldán, presidenta de la ciudadela, indicó que no tienen ni agua potable ni alcantarillado.
Las 55 familias que viven en el sector tienen que abastecerse mediante tanqueros. Roldán comenta que a pesar de tener energía eléctrica en las viviendas, los postes de luces no abastecen y hay sectores a oscuras.
A pesar de carecer de varios servicios, Roldán manifiesta que son un grupo unido que, de vez en cuando, organizan mingas de limpieza.
Ahora por ejemplo, se preparan para la novena de la Virgen, ya que por primera vez, los tomaron en cuenta.