Stan Wawrinka es el antídoto contra Novak Djokovic.
Como ya sucedió el año pasado en Roland Garros, el suizo exprimió al número uno (6-7, 6-4, 7-5 y 6-3, después de 3 horas y 54 minutos) y se llevó en Nueva York el tercer Grand Slam de su carrera, el mismo número que el británico Andy Murray. Wawrinka fue un torbellino otra vez. Aniquiló a ‘Nole’ con una velocidad de vértigo. Con un revés paralelo que fue la pesadilla para el serbio. Además de sus golpes de derecha cruzada; tiro liftado, otro plano y profundo. Engañosa su figura, más fornida y menos atlética que el molde que prima en el circuito ATP.