Los allegados del niño manifestaron que no solamente sufrieron el dolor por la pérdida repentina del menor sino que además les tocó realizar varios trámites ante las autoridades para que al niño le pudieran hacer la autopsia, debido a que por descuido y desconocimiento, él no había sido inscrito en el Registro Civil.
La diligencia para poderlo sepultar les llevó hasta casi el mediodía de ayer, dijeron.
Hasta las 14h00, aproximadamente, el niño fue velado en la casa de su tía María Sevillano, en El Carmen, y después lo trasladaron a la iglesia central. En una sábana cargaron el féretro, que fue ingresado al templo por sus hermanos, con los que se bañaba en la represa cuando se ahogó, según los familiares.
Pasadas las 15h00 sus restos mortales fueron sepultados en el cementerio general del cantón, en medio de la tristeza de sus familiares.
Los parientes dijeron que tuvieron que recurrir al alcalde de El Carmen, Hugo Cruz, para que les donara el cofre ya que ellos son de escasos recursos económicos, por lo que también piden ayuda.