Por ahora el parque Cayambe es un complejo de carpas multicolores y que acoge a habitantes de la parroquia San Pablo que perdieron sus casas por el terremoto del 16 de abril.

Saltos menciona que ya no soporta tantos inconvenientes. “Hay escándalos, relajo, acusaciones. Estamos calificados como un lugar de zona roja”, manifiesta.

Fanny Mendoza también se quiere ir. Indica que los más de 100 días son suficientes para permanecer en ese espacio pequeño. Sus familiares suman 19 personas y argumenta que las carpas les resultan estrechas. 

Los bonos. Otros moradores señalan que en este lugar, ubicado frente al cementerio de Portoviejo, los problemas de convivencia se acrecientan.

Por ello quieren dejar el lugar y acogerse a los bonos de alquiler (135 dólares) y acogida (150) que les entrega el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) a las familias que dejan los albergues estatales.

El organismo también otorga el bono de alimentación, que son 100 dólares al mes.

Varias familias de refugiados en el Cayambe ya accedieron a ese beneficio. Carlos Farías y sus 7 familiares lo lograron y ya están residiendo en la ciudadela Cevallos. “Allí estamos más tranquilos”, dijo. 

En el refugio Cayambe inicialmente existían 111 familias en 85 carpas.

El MIES informó que la idea es que todos salgan; por lo pronto, ya les asignaron los bonos a 39 familias y se han quedado 207 personas, de ellas dos están embarazadas.

La familias señalan que esperan recibir el bono para irse a un lugar más íntimo.

Hoy visitan. La Directora Distrital del MIES Portoviejo, Gabriela Molina, informó que el proceso continúa.

Señaló que precisamente hoy realizarán visitas a cada familia del Cayambe para actualizar la información y determinar cuántas familias se han retirado del refugio y cuántas han accedido a los bonos del MIES.   

Además, se receptarán nuevas solicitudes de los bonos  a las familias que no se decidieron por esta ayuda en primera instancia.