El sepelio de la mujer de 27 años será a las 10h00, mientras que el de su pareja, de 21 años, se realizará a las 14h00, informaron los familiares. 

El martes, aproximadamente a las 07h00, los cuerpos de Álvarez y Cangá fueron hallados por el dueño de la casa que alquilaban en la cooperativa Juan Montalvo, según un informe policial.

La Policía presume que se trató de femicidio y suicidio.

Según las autoridades, el hombre habría golpeado a su mujer, la habría asfixiado y luego se habría colgado. 

La familia de Álvarez dijo que la pareja mantenía una relación desde hace tres años, pero hace cinco meses vivían juntos.

Hace una semana Álvarez confesó a una de sus hermanas que había decidido separarse del boxeador por los problemas que tenían, según indicó la pariente.

Sin embargo, la noche del pasado lunes Cangá retornó a la vivienda de su cónyuge con el objetivo de arreglar las cosas, pero la supuesta reconciliación terminó en tragedia. 

Ayer en la sala de velaciones de la funeraria Carrasco, Blanca Benítez, tía de la occisa, pidió justicia. 

“La muerte de mi sobrina no puede quedarse así. Ella comentaba que él (Edison)era violento”, dijo la mujer.

Sobre el ataúd en el que era velado el cuerpo de Cangá fueron colocados los trofeos y medallas que obtuvo como boxeador amateur. 

Su vecina, la concejala Norma Ludeña, dijo que “Pocholo”, como era conocido Cangá, era un amante del baile, y formaba parte del grupo “Tierra Colorada”.  

También integró la lista de seleccionados de box de la Federación Deportiva Provincial, informó Cristina Porozo, compañera.  

La mamá del occiso, Ana Alvarado, indicó que su hijo era un buen muchacho.  “Nunca se portó agresivo”, afirmó.

Cangá se dedicaba a la venta de libros, mientras que su pareja trabajaba en una entidad pública, señalaron los parientes.