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Terremoto 16A
Jahaira 'estuvo muerta' durante dos semanas

Iba a cumplirse un mes del terremoto, cuando Jahaira Santana se enteró de que estaba muerta. No sabía lo que sucedía. Cuando llegó a su barrio, ubicado en la parroquia Tarqui en Manta, la gente la miraba con recelo.

Miércoles 27 Julio 2016 | 08:30

 Un vecino, que no aguantó la curiosidad, se acercó a preguntarle “¿Y usted no había fallecido?”. La mujer hizo un gesto de confusión, porque hasta donde sabía seguía en este mundo. 

“Miré el periódico”, le dijo el hombre, “usted está en la lista de los fallecidos por el terremoto”. 
Jahaira tomó el diario y confirmó la noticia. Desde entonces empezó la odisea por demostrar que estaba viva.  
Según los primeros informes entregados por las autoridades, el cuerpo de Jahaira Santana fue encontrado bajo los escombros de un edificio de apartamentos ubicado en la avenida 4 de Noviembre, al lado de una concesionaria de vehículos. 
En el reporte se indica que tenía 58 años. Fue hallada con una blusa tigresa y un capri fucsia, era de contextura gruesa y cabello rojo. Ella es el cadáver número 20 de una lista inicial de 174 que se difundió los primeros días en Manta luego de la tragedia. 
Esa es la Jahaira que legalmente estuvo muerta, aunque la realidad es otra. 
Sucede que a un cadáver le colocaron su nombre, Jahaira Carolina Santana Triviño. 
La verdadera Jahaira es una mujer de 36 años de edad, de contextura gruesa, y nunca se ha tinturado el cabello. 
Aquel error, el de aparecer en la lista de muertos, la obligó a sacar su partida original de nacimiento para probar que el cadáver de la lista no era ella. 
La confusión empezó cuando fue a reconocer los cuerpos de su madre y hermano fallecidos en el terremoto. Acudió al cementerio Jardines del Edén, que en ese entonces fue usado como morgue. Jahaira se identificó y se registró como la persona que retiraba ambos cadáveres, pero su nombre terminó en la lista de fallecidos. 
 TODO EMPEZÓ EN TARQUI. La familia de Jahaira vivía en la calle 109 y avenida 109 de la parroquia Tarqui. 
Allí habitaban 21 personas, en una casa de tres pisos con terraza. La primera planta era usada como cocina y comedor, en la segunda había una sala, en la tercera tres cuartos y en la terraza dos cuartos más. Cuando ocurrió el sismo Jahaira no estaba allí. Se encontraba en su casa, ubicada en el barrio Los Cactus. 
Al principio no se dio cuenta del error porque estuvo ocupada con el sepelio de sus familiares. “Somos cuatro hermanos, soy la única mujer, los otros tres son varones, incluido el que falleció; ellos estaban mal emocionalmente, así que la que hacía las gestiones era yo”,recuerda. 
Habían pasado ya dos semanas desde que publicaron su nombre en los periódicos. Jahaira acudió al Comité de Operaciones Emergentes (COE) y reclamó por el error. Le dijeron que todo fue una confusión y que iban a aclararlo. Incluso a la persona que cometió la falta la sancionaron, señala. “Lo bueno es que la mayoría de mi familia sabía que estaba viva, sino imagínese el susto que se hubieran llevado. Mi preocupación era por mis hijos, porque tengo su representación legal y, si aparezco como muerta, pensarían que estaban solos”, expresa.  
Al final todo se solucionó  y su nombre fue borrado de la lista de fallecidos, pero ¿quién es el cadáver al que le pusieron el nombre de Jahaira?
La respuesta está en la misma avenida 4 de Noviembre, en el edificio de apartamentos donde, según un reporte, Jahaira murió. Allí fallecieron tres personas: José Luis García Torres, Dolly Jackeline Torres Luque y María Isabel Torres Luque, todos integrantes de una misma familia. María Isabel es la persona  a la que le pusieron el nombre de Jahaira.
Eulogia Bermello cuidaba de ese edificio. Ella cuenta que los Luque era una familia guayaquileña que tenía un negocio en ese lugar. Habían llegado un día antes del terremoto para hacer inventario. “Cuando empezó el movimiento intentaron huir, pero la estructura les cayó encima. Fue tan rápido, quedaron en la vereda cerca del carro, incluso allí encontraron el cuerpo de una persona que pasaba en ese momento”, relata Eulogia. 
Ya el domingo, un día después del sismo, llegaron los familiares de Guayaquil y retiraron los cadáveres. 
Eulogia cuenta que nunca se fijaron si aparecían o no los nombres de esas personas en la lista de muertos. Ella solo los saludaba porque tenían un negocio en el edificio. “En realidad da mucha pena lo sucedido, prácticamente vinieron a morir a Manta”, expresa. 
A inicios de mes, durante la entrevista, cuando a Jahaira le preguntaron si conocía a la persona que había fallecido y llevaba su nombre, ella respondió que no. 
Había terminado de contar la historia sobre el error de su muerte. Permanecía sentada en una silla, rodeada de su familia, la que quedó damnificada luego del terremoto. Dice que ahora están en su casa, todos los 19. Mostró fotos de la vivienda donde murieron su madre y hermano. Dijo que los sacaron el domingo antes del mediodía. A Jahaira le apenan esas muertes. Eso lo tiene presente todos los días. Es que no importa si aparece como muerta en un papel, porque al final de todo, que su madre y hermano hayan fallecido el mismo día, eso sí que la mató en vida.
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