En medio de los duros trances por lo que están atravesando nuestras comunidades ecuatorianas como consecuencia del sismo de abril 16/2016, cuya evaluación y medidas de remediación todavía no se pueden sopesar en su totalidad, porque cada día que pasa se van presentando variados problemas, han surgido capítulos que nos llenan de esperanzas cuando se produce una solidaridad que solo predica hacer el bien hacia el prójimo.
Este es el caso de la entidad religiosa norteamericana Samaritan Purse, que a los pocos días del terremoto se hizo presente en Chone, instalando un completo hospital de especialidades que comenzó a atender a toda la ciudadanía con un equipo humano propio, cuya actitud hacia los pacientes es lo que más ha impresionado a todos los usuarios por su calidez.
Este grupo médico tan solícito estuvo alojado en el hostal La Estancia del colibrí, dirigido por el Abg. Winner Hidalgo Z., y según ellos mismos recibieron una hospitalidad sin igual; dice así doña Katie Morales, médica: “!Nuestra estadía en Chone ha sido una experiencia maravillosa! Gracias por ser tan amable y por vuestra actitud hospitalaria hacia nuestro grupo, por aceptarnos y servirnos como si fuéramos su familia; Que el Señor bendiga esta comunidad por toda su atención hacia nosotros. Gracias y bendiciones”.
Esta importante entidad cristiana norteamericana, al culminar su período de estadía ante la emergencia, decide donar todo este valioso hospital con todo el actualizado instrumental que encierra, y lo entrega al Ministerio de Salud Pública del Ecuador, lo que se realizó en un acto de quilates especiales con presencia de las autoridades cantonales, provinciales y nacionales. Lo más impresionante a resaltar es la respuesta de quienes recibieron la asistencia médica del personal de Samaritan Purse, que al saber que su estadía debía terminar por efectos reglamentarios, empiezan a expresar sus sentimientos de gratitud y afecto hacia una entidad religiosa de los Estados Unidos, que da todo de sí a los hermanos chonenses, manabitas y ecuatorianos.
Sus ejemplares cuidados, su generosidad profesional, han calado hondamente en la ciudadanía chonense que seguirá recibiendo los beneficios de esta donación en beneficio de la salud ciudadana, que perdurará por muchos años y que a su vez implica una mejor profesionalización al personal médico y de salud ecuatoriano que trabajará con tecnología de punta, como se dice en la actualidad. Este grupo heterogéneo de diversos estados del país del norte, y participación de ciudadanos de otros países, deja una enseñanza que se resumiría en “hacer el bien, sin mirar a quien”, como lo dicen los preceptos cristianos. Los chonenses les terminan entregando a esta comitiva un mensaje que dice: “La bondad samaritana se despide, lo recordaremos por siempre en el pueblo de Chone”.
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