Argenis Moreira Cuadros, director del departamento de Gestión Ambiental del Municipio de Chone, dijo que están haciendo mantenimiento a los reactores y se están reforzando los tanques afectados por los movimientos telúricos suscitados, y además se colocará una pintura especial que ayude a proteger las estructuras de los rayos ultravioleta.

Indicó que en la laguna de oxidación hay presencia de lechuguines, los cuales ayudan con la remediación del agua, cumpliendo una función fitorremediadora (descontaminación del agua usando plantas). 

“Haremos una limpieza de la laguna con el contratista y extraeremos lechuguines que con el tiempo se están descomponiendo, y tenemos cuatro aireadores que dan la oxigenación al agua. Estamos en una fase de la realización de trabajos y en los próximos días se hará la firma del acta provisional de la obra”, precisó Moreira.

 

> PREOCUPACIÓN. El concejal Winston Argandoña, presidente de la comisión de Ambiente municipal, indicó que esta obra tiene un costo de más de 400 mil dólares, y le preocupa que teniendo contratada más de un año aún no esté funcionando, y los olores insoportables que expelen de esta siguen en aumento.

El edil aseguró que se ha hecho un experimento con la remediación de esta laguna a través de la electrolisis, y que este sistema le ha costado mucho a la ciudad. Advirtió que comenzará con la fiscalización de esta obra. “Como dice la Constitución, las obras que se hagan en la ciudad deben ser con eficiencia y eficacia, y lo que se montó allí no es lo que la ciudadanía esperaba” precisó Argandoña.

El ambientalista Boris Zambrano dijo que lo poco que estaba ayudando con el proceso electrolítico se queda en la nada, debido a que las aguas están cayendo al cauce del río sin tratamiento alguno, y eso se lo evidencia con la espuma que se forma cuando se combina el agua de la laguna de oxidación con la del río Chone y esto es porque no se está haciendo el tratamiento adecuado.

“Las acciones deben de ser inmediatas, ya que se está matando el río”, agregó el ambientalista, debido a que, explicó, solo se está ubicando oxígeno en el agua, y las bacterias anaeróbicas solo trabajan a 70 centímetros de profundidad, es decir que si la laguna tiene dos metros de profundidad hacia abajo no pasa nada y no hay efectos, porque las bacterias trabajan con la luz solar.

“Se ha manifestado que hay que trabajar con otras lagunas de oxidación. Los lechuguines hacen su trabajo y se nutren del agua de jabón, de deja, pero no ayudan en ninguna otra medida más”, señaló Zambrano.