Actualizado hace: 937 días 13 horas 18 minutos
ESTUDIO
Tradición con mezcla española

La vestimenta de los indígenas, sus costumbres y las fiestas en Ecuador tienen injerencia española.

Miércoles 29 Junio 2016 | 03:00

El sacerdote salesiano Juan Bottasso, fundador del Centro Cultural Abya Yala, de Quito, interesado en las culturas indígenas, comentó, por ejemplo, que la Fiesta de San Pedro y San Pablo, en la Sierra norte, que termina con la toma de la plaza, es una representación y adaptación de la fiesta española de los Moros y Cristianos, según publicó diario La Hora.

Recordó que durante la conquista los españoles sustituyeron las celebraciones indígenas, que se relacionaban con el ciclo reproductivo de la tierra, con fiestas en honor a los santos católicos. “Pero aunque aparentemente tengan aspectos de la liturgia católica, en el fondo siguen siendo conmemoraciones ancestrales muy ligadas al ciclo agrícola”, dijo.
Tradición. Todas esas tradiciones han sido sometidas a una transformación, y rara vez se encuentra lo auténtico, lo puro, “porque toda la historia de la humanidad es una mezcla de sincretismo, de aculturaciones, de encuentros, de elementos”, expresó el investigador religioso.
Con respecto a la vestimenta y la lengua, en la región Sierra existen numerosos pueblos indígenas y no solo uno, como aparenta ser por tener al kichwa como idioma unificado, cuando en sus orígenes cada uno tenía su lengua. Sin embargo, la unificación se dio, no por los incas, sino por los “doctrineros, los misioneros para facilitarles la evangelización”, es lo que señala la investigación de este sacerdote.
En lo que tiene que ver a la vestimenta, se indicó que el poncho y el sombrero también son adaptaciones españolas que se hicieron a las costumbres indígenas y cuyo objetivo era distinguirse, sobre todo en las haciendas. 
Mientras que en la Amazonía se señala que las costumbres se mantuvieron hasta muy entrado el siglo XX, pero que actualmente, al igual que los otros pueblos, los atuendos ya no son de uso corriente. Sin embargo, hay quienes los visten para manifestar su pertenencia o identidad en ciertos casos, como los representantes en la Asamblea, que usan la atahuashpa (corona de plumas). 
Juan Bottasso manifiesta que en el último censo de población, el 7 % de los ecuatorianos se autodefinió como indígena, “lo que quiere decir que una mayoría ya son exindígenas y que su horizonte no es la cultura ancestral, sino el mundo mestizo”. 
Esto se debe a que “la mecanización de la agricultura, lo que hacían unos 200 hombres con el azadón, hoy lo hace un tractor, los expulsó a las ciudades, donde sustituyeron el poncho por la chompa, el sombrero por la gorra, las alpargatas por los zapatos, el kichwa por el castellano y las comidas de granos (maíz, habas…) por el pan y la gaseosa… Ahora son choferes, artesanos, empleados públicos, taxistas y comerciantes”, añade.
Agrega que incluso hay jóvenes que se han independizado económicamente y ya no hablan o no quieren conversar a través del kichwa, porque están interesados en la modernización más que en la conservación de su cultura. 
“Es por eso que es tan pequeño el número que se identifica como indígena, porque su horizonte es otro”, lamenta el religioso. 
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias