Los aguajes que hubo luego de la eventualidad también causaron daños, señalan los empresarios.

El camaronero Felipe Gallardo recordó que por el sismo las piscinas se vaciaron, como producto de la rotura de muros y compuertas.

El camarón que había en el interior se perdió y junto a ello la inversión que se tenía y se esperaba de la producción y venta de éstas, manifestó Gallardo. 

El empresario añadió que se ha pedido créditos a la Corporación Financiera Nacional y a BanEcuador.

Hasta el momento esperan respuesta.

“Se espera que los mismos sean ágiles y oportunos, ya que no solo colapsaron muros, compuertas, sino también casetas y estructuras dentro de las camaroneras, y tanto el capital que había como la misma ganancia se perdieron y a pesar de esto algunos camaroneros han comenzado con recursos propios a reparar sus compuertas”, aseveró el camaronero.

Más. “No solo el terremoto nos afectó, sino también el aguaje que hubo una semana después. El hato camaronero brinda muchas oportunidades de trabajo a los lugareños. Un 40 por ciento de ciudadanos depende del trabajo en las camaroneras y el restante depende del turismo”, expresó.

Entre Pedernales y el sur de Esmeraldas hay más de 15 mil hectáreas (ha.) dedicadas a la producción de camarón. Se estima que cerca de 8 mil ha. deben ser intervenidas.

Pedernales exporta entre 160 y 200 millones anuales en camarón.

El gremio proyecta que se requerirán unos USD 30 millones en créditos blandos y urgentes para atender los daños generados por el terremoto, publicó diario El Comercio. El sector camaronero representa el 90% del producto interno bruto (PIB) de Pedernales. El resto son actividades como turismo, agricultura, pesca, ganadería, etc.