Eso no les sirvió para llevarse un torneo que se les resiste desde 1993.

Según las estadísticas de la Conmebol, los chilenos sumaron dos tantos, dos asistencias y dos córner menos y lanzaron a portería en 75 ocasiones. En cambio, fueron los que más pases entregaron (3.415) y lideraron también los apartados de faltas cometidas (89), tarjetas amarillas recibidas (17) y fueras de juego señalados (22).

Sin embargo, su gran juego de conjunto y la evolución de su fútbol en un torneo en el que empezaron perdiendo y fueron de menos a más, les llevó a convertirse en campeones de América por segundo año consecutivo.

Recompensa. Dicha trayectoria se vio recompensada por la organización del torneo, que incluyó a ocho jugadores de la Roja en el equipo ideal. Apenas tres chilenos de los que jugaron la final quedaron excluidos de dicha lista: Gonzalo Jara, Marcelo Díaz y José Pedro Fuenzalida

Además de consagrarse como bicampeón de la Copa América, Chile se quedó con los demás premios de la edición del Centenario. El delantero Alexis Sánchez recibió el Balón de Oro y el portero Claudio Bravo el Guante de Oro. Eduardo Vargas completó la adquisición de premios como máximo goleador del torneo por segundo año consecutivo.

Por su parte, la ‘albiceleste’, que se quedó con el vicecampeonato, logró también el premio de Fair Play (Juego limpio), galardón que fue recibido por el portero Sergio Romero, en nombre del Seleccionado argentino, al ser el conjunto más correcto de la Copa América Centenario.