Llevar la Guerra Santa a otro nivel. Pues sí, Estado Islámico es una organización que deliberadamente se ha propuesto conquistar, a sangre, fuego y armas, todo territorio que ellos consideran debería pertenecer a su siniestro califato, como poseen territorios amplios de Siria, Afganistán y Líbano, actualmente. En gran medida ya lo han hecho, convirtiéndose en un enemigo silencioso y peligroso para todo país civilizado. Ellos juran que llevan la Jiyad para otros la Yihad y para unos aun más Al Huruk al Amil Ahyad, contra los infieles. La pregunta aquí es, quiénes son los infieles.
Si nos metemos en la retorcida cabeza de estos yihaidistas modernos, ellos piensan que Alá y Mahoma le dejaron un legado a Abubeker, de que debía matar a todo aquel que no profesara la fe musulmana. Este, al mando de los Selyuk (nómadas provenientes de Asia Central), conquistó amplias zonas de lo que quedaba del Imperio persa (que profesaban el zoroastrismo en Abu Mazda), marcharon contra Siria, Anatolia, Palestina hasta que giraron y tomaron la Ciudad Santa de Jerusalén en el siglo VII, bajo el mando del califa Omar, (Hoy existe una mezquita en su honor en Jerusalén).
Desde ese momento los actuales EI piensan matar a todo quien no se someta a sus arbitrariedades; es así que levantan su mano contra niños y mujeres indefensos (como en el caso desgarrador de Palmira y Mah Abu- Ashua); destruyendo ciudades y templos que son tesoros de toda la humanidad, como el caso de la ya mencionada Palmira, Nínive y más; y provocando esta estampida humana que asola las costas griegas y amenaza la paz en los países franis o europeos actualmente.
Bueno, volviendo a la historia de estos terroristas, los selyuk milagrosamente comenzaron a aniquilar y conquistar todo a su paso hacia el norte, rivalizando con el Imperio bizantino, venciéndolo en varios combates y batallas como la de Butha y Mankifort, lo que hizo que el cristianismo ortodoxo fuera decayendo ante las fuerzas musulmanas que predominaban la región.
Ahora, con los musulmanes a puertas de la propia capital bizantina Constantinopla (hoy Estambul, en pleno corazón musulmán), la situación se ponía crítica para el cristianismo oriental, por lo que solo quedaba buscar apoyo del papado, que no trataban después del cisma de 1054.
La Yihad (Guerra santa contra los infieles no musulmanes) estaba lista, ¿cuál sería la respuesta del cristianismo? Yo opino que la Yihad es un término árabe que significa “Máximo esfuerzo de uno para conseguir un objetivo”, guerra, no tiene ningún parentesco ¿o sí?
