El mandatario aludió a Pelé al clausurar una reunión de ministros, viceministros y alcaldes de la región andina de Sudamérica que cerraron filas en contra del veto de la FIFA a los estadios ubicados por encima de los 2.500 metros de altitud. Morales se dirigió a Edson Arantes do Nascimento porque el ex futbolista respaldó la medida de la FIFA al decir, hace una semana, que nunca entendió "por qué esperaron tanto tiempo para tomar esa decisión". "Es importante que el hermano Pelé defienda" a los pueblos que practican el deporte en la altura, sostuvo el Jefe de Estado, al declararse también un admirador del brasileño. Agregó que, siendo Pelé de un raza que sufrió discriminación "no puede discriminar", especialmente en momentos en que varias naciones de la región soportan "una tremenda marginación y exclusión" de parte de la FIFA. Asimismo, exhortó al organismo rector del balompié mundial a "que no descuartice el deporte en la región andina", como antes descuartizaron a los indígenas de América, según dijo, en referencia al periodo de colonización europea de las tierras americanas. El mandatario boliviano anunció que viajará a Paraguay, la próxima semana, cuando la Confederación Sudamericana de Fútbol celebre una reunión para analizar la demanda de varias federaciones afiliadas de pedir la revisión de la medida. A la cita en la ciudad de La Paz asistieron los ministros de Deportes de Ecuador, Raúl Carrión, y de Venezuela, Adam Chávez; el presidente del Instituto del Deporte de Perú, Arturo Goodman; el director de Coldeportes de Colombia, Evert Bustamante, y el viceministro boliviano del área, Milton Melgar. También llegaron los alcaldes de Quito, Paco Moncayo; de Bogotá, Luis Garzón; de La Paz, Juan Del Granado; el presidente de la región Cuzco (Perú), Hugo González, un representante de la Alcaldía de Calama (Chile) y de varias otras ciudades. Todos, a su turno, rechazaron el veto de la FIFA con reiteradas quejas contra los directivos de la corporación y frases de disposición regional para tratar de anular la medida. La reunión aprobó una "Declaración de La Paz", en la que se acordó "que todo intento de discriminación contra una de las ciudades será entendida como una agresión a todas y será rechazada de manera unánime". El documento reafirmó que los estudios realizados por especialistas demostraron "de manera inapelable que la práctica del fútbol en ciudades ahora discriminadas no entraña ningún riesgo para la salud de los deportistas". "La decisión de la FIFA atenta contra los derechos humanos de los habitantes de nuestras ciudades y viola todos los principios de equidad, igualdad y universalidad", establecidos en los estatutos del organismo, sostiene. La campaña iniciada por el gobierno boliviano para revertir la disposición continuará mañana, cuando una delegación gubernamental iniciará una gira por Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay. La comitiva estará presidida por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, e integrada por el viceministro Milton Melgar, ex futbolista, que anticipó su decisión de jugar partidos en esos países durante el periplo.