Once de las principales compañías eléctricas del mundo opinaron ayer que el proyecto de energía renovable iniciado en las islas Galápagos en el 2007, es un ejemplo para los países en desarrollo de cómo reducir emisiones de CO2.
El proyecto de energías renovables de las islas se inició hace ocho años con el objetivo de reducir las importaciones de diésel para suplir las necesidades energéticas del archipiélago, tras el accidente del petrolero Jéssica en el 2001.