Allí en su parte inferior se encontraba la recordada farmacia Comercio y en su planta alta la bodega y local ‘Don Mata’, una distribuidora de artículos de bazar que inició hace 20 años en las calles Quito y Chile con un pequeño local. 

El portovejense David Matamoros fue el creador de este sueño emprendedor, que luego pasó a manos de Rahiza, la mayor de sus tres hijos.

SÓLO RECUERDOS. Luego del 16 de abril la historia cambió. El negocio que por años fue el sustento de su familia se desmoronó como si se tratase de una pirámide de cartas. Rahiza, de 25 años, comenta que ese día las puertas de su local se cerraron pasadas las 18h30. “Yo estaba llegando a mi casa en la calle Primero de Mayo con mi esposo e hijo”, señala. 

Cuenta que en ese momento solo pensó en su familia y jamás en los locales. 

Ella dice que esa misma noche su hermano fue a cerciorarse del estado del negocio y se encontró con la sorpresa de que lo poco que quedó estaba siendo saqueado y que los dichos se habían hecho realidad: ‘el edificio colapsó y con él todo quedó atrapado’. Recalca que tenían otro local que estaba ubicado en la Chile y Francisco P. Moreira, por Calzado Mariner, pero que de los dos solo quedan los recuerdos. 

“Lo perdí todo, entre los dos locales y la bodega tenía aproximadamente 70 mil dólares en artículos y justamente me había llegado nueva mercadería. Ahora tengo una deuda con los proveedores de más 30 mil dólares”, comenta Rahiza. La joven manabita que se encuentra realizando su tesis para incorporarse como ingeniera comercial, agrega que a pesar de lo ocurrido agradece a Dios que su familia está completa. 

“Mantengo mi sonrisa y positivismo después de lo ocurrido. Considero que Dios sabe por qué hace las cosas y solo queda agradecer por estar con vida”, enfatiza.