El primero en despedirse hoy del polvo de ladrillo fue Bagnis, que sucumbió en la pista Philippe Chatrier ante el español Rafael Nadal por 6-3, 6-0, 6-3 en 1 hora y 41 minutos.

El de Rosario fue por delante en el marcador los primeros 19 minutos, gracias a que rompió el primer servicio del mallorquín y número 5 en el ránking de la ATP, pero un pobre segundo set acabó con sus ilusiones de dar la campanada en París.

"Nadal es un jugador que va de menos a más, llegando al segundo y tercer set con picos muy altos", dijo el de Rosario tras su derrota.

Bagnis explicó que sintió que el primer set fue "bastante parejo", pero que su nivel cayó drásticamente en la segunda manga porque "cuando trataba de ejecutar los tiros, no lo hacía de la manera que quería".

"La poquita ventaja que me dio fueron algunos errores no forzados que cometió él", comentó el tenista en el puesto 99 en el ránking de la ATP. En el tercer set, el argentino volvió a recuperar las buenas sensaciones, aunque se daba cuenta de la enorme dificultad de remontar ante un jugador que "casi nunca pierde en cinco sets".

"Haciendo balance fue un partido de un tenis regular" que vivió con "cierto nerviosismo" desde la víspera por medirse contra "un jugador de la magnitud" de Nadal, comentó.

Tras Bagnis, el segundo argentino en conocer la derrota fue el veterano Carlos Berlocq, que no encontró sus mejores golpes en los momentos decisivos contra el belga David Goffi, vencedor del duelo por 7-5, 6-1 y 6-4 en 2 horas y 2 minutos.

"Fue una lástima que en un par de puntos me faltó un poco de determinación. Pero es normal porque hacía tiempo que no jugaba con este tipo de jugadores", dijo Berlocq sobre el belga, de 25 años y decimoquinto cabeza de serie.

El argentino, de 33 años y en el puesto 126 del ránking de la ATP, no perdió la esperanza de llevarse la victoria porque "en estos partidos tan largos se puede dar vuelta a la historia en cualquier momento".

"Fue un buen partido para mí. Tanto en el primero como en el tercer set tuve 'break' a favor, pero me faltó un poco de determinación en algunos momentos para quizá llevarme un set" de forma que "si el partido se hacía más largo" podría haber tenido opciones de victoria, señaló.

El de Chascomús, que nunca ha superado la segunda ronda en las nueve ediciones del Grand Slam de París que ha disputado, aseguró que pese a la derrota se lleva "muchas cosas positivas".

"Al competir con este tipo de jugadores es cuando uno empieza a elevar su nivel, su rendimiento", dijo.

El último en mantener encendida la llama argentina en París fue Juan Mónaco, que sorprendió llevándose el primer set contra el español David Ferrer, undécimo cabeza de serie, pero que entregó las siguientes tres mangas de un partido que terminó en 3 horas y 13 minutos con un 6-7(4), 6-3, 6-4, 6-2 para el valenciano.

"Cuando uno se va de la cancha, el rival te felicita y el público te aplaude, uno se va contento", declaró Mónaco tras un duelo contra un amigo en el que "disfrutó muchísimo".

Con las eliminaciones de hoy -que se unen a las de Leonardo Mayer, Federico Delbonis, Horacio Zeballos, Marco Trungelliti, Diego Schwartzman y Guido Pella-, las únicas esperanzas albicelestes recaen ahora en el cuadro de dobles, donde aún quedan tres jugadores argentinos.

Sigue vivo Leonardo Mayer, que en su tándem con el portugués Joao Sosa venció en primera ronda a la dupla formada por el francés Jéremy Chardy y el español Fernando Verdasco y se medirá a continuación al uruguayo Pablo Cuevas y al español Marcel Granollers.

También está en segunda ronda Federico Delbonis, que forma equipo con su compatriota Andrés Molteni y se medirán contra los españoles Marc López y Feliciano López, decimoquintos cabezas de serie. EFE