El diario El País publica en su portal web las proyecciones que tiene Eythor Bender, profesor de Singularity University (EE.UU.) sobre el uso de prótesis y la ‘eliminación’ de la discapacidad gracias a la ayuda de la tecnología.
¿Será capaz la tecnología de eliminar las limitaciones físicas de algunos seres humanos?
En el 2025 no existirán los discapacitados. La tecnología hará que se superen todas las barreras.
¿Por qué tanta firmeza en esta proyección?
A través de las redes sociales se está dando a conocer que hay prótesis bonitas, bien hechas, cómodas y útiles. Antes era una tortura llevar un corsé para reducir la escoliosis. Ahora llaman la atención de las compañeras de clase de muchas adolescentes.
¿Cómo se puede lograr hacer de esto una realidad para todas las personas que lo necesitan?
La tecnología biónica será mejor que lo que traemos de serie. Pronto serán componentes personalizados. Ponerse una prótesis será como cambiar de vaqueros.
¿Qué ha logrado su granja de impresoras 3D en Sevilla, UNYQ? (Es una startup especializada en brazos, piernas y prótesis personalizadas).
Hemos llevado los complementos biónicos a las pasarelas. Queremos que cualquiera pueda volver a andar. Se han probado con militares, que algún día llevarán un traje biónico.
¿Qué impide que este tipo de tecnología llegue a las personas de todo el mundo en la actualidad?
Sin Internet no hay acceso, ni evolución posible. Todavía quedan entre 3.000 y 4.000 millones de personas fuera de Internet. Facebook, Virgin y Google están trabajando para que tengamos Internet de manera constante en todo el mundo.
Entonces, ¿esto es cuestión de adaptarse a los avances que se presentan a través del tiempo?
Sí. No hacerlo ha sido un grave error, no solo de personas, sino de empresas.  Kodak, por ejemplo, pasó de ser el máximo líder en el mundo de la fotografía, abanderado del carrete, a quedarse con escasas patentes y declararse en bancarrota. Perdió su fuerza analógica a manos de Instagram, comprada por Facebook por mil millones de dólares con solo 14 empleados. Instagram ocupó el lugar que le habría correspondido a Kodak si hubiera reaccionado a tiempo.
En conclusión, ¿puede la tecnología cambiar nuestra realidad si sabemos hacia dónde dirigirla?
Hoy podemos cambiar el mundo de un modo que durante siglos solo lo podían hacer políticos y mecenas. Combinando nuestras ideas, ilusiones y la tecnología, podemos hacer grandes cambios, cambios reales en la vida de muchas personas. Mi gran sueño es terminar con la discapacidad para siempre, con tecnología.