Junto con el tributo histórico que los ecuatorianos rinden a quienes se sacrificaron por este legado libertario, se debe resaltar el espíritu luchador y emprendedor de quienes nacieron en el solar patrio.
Es esa lucha diaria la que por casi dos siglos ha encaminado al país por los rumbos actuales. Es la misma fuerza que, en tiempos de crisis agravada por el terremoto, proporcionará el empuje para superar obstáculos y sacar adelante al país.
Se trata de un proceso del que se podrá salir airosos con perseverancia, esfuerzo y, sobre todo, con el espíritu de lucha y libertad que caracteriza a los ecuatorianos.
En esta misma fecha se recuerda, también, al extinto presidente Jaime Roldós Aguilera, fallecido un día como hoy en el año 1981, de cuya mano el país retornó a la democracia en el año 1979.
Es de esperar que los gobiernos actual y venideros mantengan a la libertad y la democracia como grandes soportes de la vida nacional.