Ella es jefe del área de Ginecología y Obstetricia en el hospital Rafael Rodríguez Zambrano y ha visto un incremento en partos prematuros debido al terremoto y sus réplicas.

Alarcón cree que detrás de esta tendencia está la parte psicológica de la embarazada.“Aunque el embarazo no es una enfermedad, sí es una etapa en que la mujer está cambiando física y emocionalmente; entonces, al ser el factor psicológico importante, a las mujeres les puede dar contracciones antes de tiempo por el hecho de estar nerviosas. Estos casos son los que más estamos tratando aquí en emergencia”, señaló Alarcón.

En la área  de Ginecología y Obstetricia del hospital mantense han llegado casos  de mujeres con contracciones con cinco meses de embarazo (lo que se considera parto prematuro).

Las contracciones son provocadas directamente por el pánico y no son las causantes de un parto prematuro, pero sí un desencadenante. El hecho de tener contracciones antes de tiempo provocan otros síntomas que podrían ocasionar un parto imprevisto.

“Los nervios lo que causan son contracciones, pero las contracciones sí pueden tener otras consecuencias. No es porque me dio un susto ya se hizo el parto. Eso pasa solo en las novelas”, explicó Alarcón. 

Todo es un efecto en cadena: primero el susto, la tensión, el estrés y allí comienzan las contracciones.

“Es allí cuando nosotros debemos intervenir para parar esas contracciones, aquí o en un centro de salud”, dijo Alarcón. 

Porque si no intervienen, a la larga esas contracciones pueden traer: dilatación, sangrado, rotura de agua fuente, partos prematuros o partos en mujeres que necesitan de una cesárea, lo que traería complicaciones. 

Por ello, la doctora recomienda apenas se presenten contracciones que las mujeres vayan a un centro de salud. Allí lo que hacen es estabilizarlas para que no se vean obligadas a dar a luz de forma prematura, aunque si las dilataciones ya son demasiadas intensas se les práctica la cesárea.

Los doctores Enrique Oyarzún y Guillermo Galán, expertos ginecólogos-obstetras, comentaron en el portal Terra algunas de las consecuencias que trae para el feto el que las madres le tengan miedo a los temblores. Para Oyarzún, el estrés que genera un temblor en las mujeres embarazadas produce dos efectos; “el primero son cuadros de ansiedad, insomnio y depresión. Esto, a causa de que algunas mujeres se vean afectadas directa o indirectamente con lo sucedido. Por otro lado están las contracciones uterinas a causa del estrés y tensión, lo que provoca que los partos se adelanten”.

> ¿Qué se siente? Rous Palma estuvo a punto de perder a su bebé el día del terremoto. Ella, nerviosa por la magnitud del movimiento telúrico, empezó a sentir unos dolores parecidos a los de parto. Pero no era hora, claro que no, si apenas iba por su quinto mes de embarazo.“El día del terremoto enseguida que pasó empecé a sentir dolores, la barriga se me hizo una piedra, sentía que el bebé iba a nacer”, explicó. 

Lo que estaba sintiendo Rous eran las contracciones.“Es como hacer fuerza con un músculo, la barriga se pone dura”, explicó la doctora Lucciola Alarcón.

Como pudo logró tranquilizarse, pero en los días posteriores al terremoto descubrió que su bebé no se movía como antes dentro de su barriga.

“Fui a una clínica móvil y me dijeron que no escuchaban los latidos del bebé. Me dijeron: ‘¿no será que está muerto?’ Me puse mal. Me mandaron una ecografía y me dijeron que el bebé estaba colocado para salirse y unos médicos me trataron para volver a colocarlo en buena posición”, explicó Rous.

Los médicos le advirtieron que si hubiera llegado un poco más tarde el bebé no hubiera resistido. Le recomendaron que debía estar tranquila por el bien del bebé. Y es lo que ha intentado hacer en los últimos días, aunque le ha resultado imposible. 

“Cuando siento otra réplica me siento nerviosa y el bebé se pone duro. Intento respirar y calmarme, pero igual me sigo poniendo mal”, aseguró Rous.

La doctora Alarcón recomienda a las embarazadas intentar mantener la calma. “Es difícil pero hay que intentarlo”, sostuvo.

Y es que si la madre está tranquila, el bebé dentro de su barriga también lo estará. Aunque también ha habido casos con menos suerte que el de Rous. 

Por ejemplo, el de Josefa. Ella estaba embarazada de un mes. Iba a ser su primer hijo. Tiene 25 años y abortó espontáneamente tres días después del terremoto. El miedo y el estrés fueron las razones que abortara, sostiene.