Paisajísticamente la idea luce agradable, ya que generaría un espacio público importante en el corazón comercial de la urbe; pero se advierte que es necesario un estudio a fondo que analice si esta idea resta valor al comercio de Portoviejo, uno de los puntales de la economía.
Es cierto que prestigiosos profesionales estudian un cambio más profundo: volver a Portoviejo policéntrico. Sólo así, con un estudio de calidad, en donde participen los comerciantes del casco comercial con sus visiones y experiencias, se podría dar el paso.
El alcalde Agustín Casanova tiene la responsabilidad de conciliar la visión paisajista de prestigiosos arquitectos, que no conocen la realidad comercial local; con la necesidad de los comerciantes locales, que a su vez no han tenido la oportunidad de trabajar y crecer en una ciudad policéntrica y con armonía urbana.
A lo largo de su historia el comercio del casco central de Portoviejo ha ido agregando valor sobre sí mismo por una serie de acciones, muchas sin una aparente lógica explicación para alguien de fuera de ese círculo. Hay que cuidar que ese valor ganado no sea restado al quitarle de su corazón el espacio y la interconexión que ahora ofrece el Centro Comercial Municipal.