Aunque ninguno de los numerosos periodistas y seguidores que se congregaron esta mañana en la plaza neoyorquina de Times Square para presenciar la hazaña consiguieron ver el momento en que escapaba de la fatalidad, el ilusionista apareció a continuación en un andamio sin un rasguño y saludando a los presentes. Criss Angel, que ha sido comparado ya con otros magos como David Blaine o David Copperfield, permaneció veinticuatro horas antes en el habitáculo de cristal, ante el apoyo de un nutrido grupo de seguidores que se congregaron en un aparcamiento cercano a la céntrica plaza, corazón neurálgico de Manhattan. La cadena televisiva para la que trabaja el ilusionista montó casi un plató alrededor de la grúa que suspendía el arcón de cristal donde se encontraba Angel, desde donde se entretenía a los asistentes con entrevistas y vídeos de trucos previos del mago, además de esporádicas imágenes del interior de la caja. Durante los momentos previos al desprendimiento del bloque de cemento y a la caída de la caja, la cara del mago se veía en una pantalla enorme, que contaba con un reloj que marcaba la cuenta atrás, pero que no emitió la imagen de Criss escapando. "¿Estaba el mago de verdad en la caja?", fue una de las frases que más se oyó entre las muchas personas que acompañaron a Criss durante buena parte de las veinticuatro horas que duró su hazaña. Pese a la polémica, los gritos y los aplausos de los asistentes, entre los que hubo quien pasó la noche acampado en el aparcamiento acompañando al mago, fueron el recibimiento con que se encontró Criss Angel luego de, aparentemente, escapar de la caja. El objetivo de Angel, con este truco, era emular al mítico mago Houdini.