Para Carlos Falquez Batallas, los pocos daños que registraron los escenarios deportivos en Portoviejo por el terremoto, son producto de la responsabilidad y compromiso con que se trabajó.
Este empresario y exalcalde de Machala fue uno de los hombres que estuvo en el proceso de transición hace 31 años de los recintos deportivos. En los VI Juegos Deportivos Nacionales de Manabí que se realizaron en 1985, año en que se modernizó la infraestructura, él era el titular de la Dirección Nacional de Deportes (DINADER), entonces ente rector del deporte nacional. “Sé por amigos que viven en Portoviejo, que no pasó casi nada en el estadio Reales Tamarindos, Complejo Deportivo Picoazá y piscina olímpica. Además del coliseo Eloy Alfaro. En 1985, la DINADER construyó con responsabilidad. Era la obligación de nosotros”, señala Falquez, que agradeció a Luis Rincón (secretario de la DINADER), Leonel Cedeño (alcalde de Portoviejo), Lenín Delgado (presidente de la FDM en ese tiempo) y a Enrique Morlaz (encargado del comité organizador de los Juegos de 1985), quienes ayudaron para reconstruir estos escenarios.