Un mes ha pasado desde que el manabita Roberto Flores Mero fue asesinado en Venezuela. Y, ayer, el cadáver pudo llegar hasta su hogar ubicado en el sitio Chirijos, de la parroquia Alajuela de Portoviejo.
Amarilis Zambrano, esposa del occiso, indicó que les tomó aproximadamente un mes realizar los trámites, a través de la funeraria para que el cuerpo de Flores Mero fuese repatriado a Ecuador. “El feretro llegó el martes en avión al aeropueto de Guayaquil y de allí lo trajimos en carro hasta acá (Chirijos) para velarlo”, explicó.