Recordó que el piñón no se siembra como el maíz o la sandía, sino que se siembra con estacas, las cuales se usan para proteger los potreros de los ganaderos de la zona, teniendo unas diez hectáreas de piñón; el producto que se cosecha es una ayuda extra que encuentran los agricultores además de la siembra de los demás cultivos, concluyó el dirigente. 

Ángel Intriago, agricultor de la zona, manifestó que el proyecto les ha ayudado mucho ya que se les ha entregado las estacas de piñón que fueron sembradas, ahorrándose el costo de las estacas que es de un dólar, las cuales muchas veces al poco tiempo se destroncan y se tienen que reponer, lo que no pasa con el piñón que garantiza muchos años de utilidad.

Acogida. Rubén Vinuesa, coordinador provincial del Proyecto Piñón para Galápagos, manifestó que este plan es gubernamental, en el que participan el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, además del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, que es un organismo internacional encargado de la ejecución del proyecto. 

Vinuesa destacó que el proyecto se encuentra en todos los cantones de la provincia donde se produce el piñón y cuenta con centros de acopio en todos ellos, uno se ubica en la comunidad Los Caras, donde los agricultores reciben 10 dólares por el quintal del piñón en cáscara y $ 14 el quintal del piñón en semilla. 

El año pasado se logró cosechar unos 200 quintales y se espera llegar a una cifra parecida este año pese a la caída por las lluvias.