Faltan dos puntos. “Merecemos un final feliz, como en las películas estadounidenses”, había confesado Claudio Ranieri en la previa. El cuento de hadas puede hacerse realidad en casa. O en Stamford Bridge. “Mi último mensaje es: jueguen como siempre”, les dijo a sus futbolistas antes de vivir la batalla de Old Trafford. Con el mundo mirando a Manchester, el Leicester llevó al límite el estilo que le ha impulsado a rozar el título: cerrado en defensa, mordiendo y robando en la medular y volando a la contra en ataque. Cuando le salió, el United sufrió.

Sin embargo, los “diablos rojos” no rehuyeron ni el contacto ni el papel de actores principales. 20 Ligas y la pelea por la Champions les obligaba a ello. Sin dar dos pases seguidos, los “foxes” ya habían encajado el primer gol. El ecuatoriano Antonio Valencia la puso con el exterior y Martial fusiló a Schmeichel. El delantero francés suma 15 tantos esta campaña. Un mazazo para las ilusiones visitantes. 

Pero al Leicester le sale todo. Siempre se levanta. El United tocaba y Schmeichel se inventó otro paradón antes de que “Los Zorros” mordieran. A balón parado son imparables. Como ante el Swansea, Drinkwater botó una falta medida al corazón del área. En esta ocasión, no encontró la cabeza de Ulloa. Fue Morgan el que marcó el empate. Superó todos los agarrones, se hizo aún más grande y superó a De Gea. Otro tanto salvador del capitán. El muro de Old Trafford se rompía tras 398 minutos imbatidos. Fue un titán. Cada vez que un balón voló por el área “mancuniana”, se encontró con su testa. La pizarra de Ranieri funciona: ya han marcado 20 goles a balón parado.

Táctica. Con un 70 % de posesión, el United dominó al Leicester. Un ecosistema en el que el equipo de Ranieri es feliz. 

El United arriesgó y dejó espacio para las carreras visitantes. Sin embargo, no pudieron anotar la del triunfo, por la buena actuación del portero De Gea.

La gesta tendrá que esperar. El empate fue un bajón en Leicester pero, ¿y si les llegan a decir en agosto que iban a empatar en Old Trafford? Después de 38 puntos fuera de casa y de sólo caer ante Arsenal (2 veces) y Liverpool en todo el curso, las expectativas son altas. Esa es la dimensión del milagro del Leicester.

¿Tienes ya una mano en la Copa?”, le preguntaron a Morgan, jugador del Leicester, luego del partido. “¡Hasta que no tenga las dos no seré feliz!”, respondió el capitán. El sueño se podría materializar en King Power Stadium... o en el sofá. “Quiero ganar el título mañana, no me importa cómo”, afirmó Ranieri. De película.