“Hemos decidido poner a la venta Sopladora, que es una hidroeléctrica que está prácticamente lista, falta el dos por ciento” para que esté totalmente concluida y que podría valorarse en unos 900 millones de dólares, indicó Correa en su habitual informe sabatino de radio y televisión.

También dos medios de comunicación y el Banco del Pacífico, que pasaron a manos del Estado tras la crisis financiera que afectó al país en 1999, que es considerada la peor de la historia nacional.

Asimismo, Correa habló sobre la aerolínea pública TAME y Fabrec, una empresa pública de textil y calzado.

El mandatario señaló que esos activos demuestran la riqueza que ha logrado amasar el país, pero que ahora abren el “desafío” de “convertir esa riqueza en liquidez”.

“Estamos preparando una serie de activos que se pondrán a la venta” y en algunas empresas estratégicas como la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y la Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec), “tratar de abrir el capital, si se puede legalmente, hasta el 49 por ciento, para que haya una alianza pública-privada”, apuntó.

CRÍTICA. El asambleísta independiente Ramiro Aguilar dijo a El Diario que  en el caso de los medios de comunicación son activos que el Gobierno debió vender “hace mucho tiempo atrás”.

“Eso nunca debió prevalecer en el Estado tanto tiempo”, recalcó.

Sin embargo, a Aguilar le preocupa que el presidente venda activos productivos como el caso de la hidroeléctrica.

“No es que se ha construido con plata nuestra. Si hubiera sido así lo que se vende entra directamente como dinero a cuenta del Estado, pero estas hidroeléctricas se han construido con préstamos de China. Lo que puede ser es que ante la incapacidad de pago del Gobierno se termine entregando estos bienes a los chinos para que con esto se cobren, pero nadie ha auditado los créditos con ese país”, concluyó.