Incluso el miércoles último en la sesión del Comité de Operaciones Emergentes (COE) los alcaldes pidieron a la viceministra de Seguridad, Natalia Cárdenas, gestionar las alícuotas pendientes ante el Ministerio de Finanzas para contar con un soporte ante las eventualidades.

Pacífico Zambrano, alcalde de Rocafuerte, fue contundente al manifestar que carecen de un soporte para hacerles frente a los problemas originados por las inundaciones. “El problema es que no tenemos dinero, esa es la parte grave”, opinó.

El alcalde Fernando Cedeño dijo que después de escuchar los informes de las mesas sectoriales se procedió a tomar esta resolución, con la intención de tener todos los argumentos posibles para atender las necesidades. Fue por eso que el miércoles por la noche se declararon en emergencia.

Rocafuerte, Santa Ana y Portoviejo han sido los cantones manabitas más golpeados por la estación invernal.

Respaldo. Orfa Cabezas, coordinadora zonal de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), indicó que las declaratorias de emergencia de alerta amarilla por el fenómeno El Niño cobija a los gobiernos cantonales y es un gran paraguas que ellos pueden utilizar para reprogramar sus propios recursos y para atender a la población. 

“Si hay algún cantón que se declara en emergencia, pues asumen la obligación. En el caso que no tuviesen recursos tienen que acogerse al artículo 390 de la Constitución, donde el COE provincial asumirá y analizará, a través de las mesas, técnicas para que sea atendida en un nivel superior en este caso el nacional”, sostuvo.

Según Cabezas, cuentan con un fondo emergente de 15 mil dólares para la provincia en general, “que se va generando a medida de la necesidad”. “No tiene un tope, porque lo importante es salvaguardar la vida de las personas”, declaró.