Esta calle está llena de enormes huecos, producto del agua estancada y los restos de combustibles lanzados, especialmente, por los dueños de buses que los parquean allí para lavarlos y repararlos, aprovechando su cercanía con la terminal terrestre. La Municipalidad está colocando en varias calles hormigón rígido, para que su vida útil sea mayor, pero mientras persista la falta de cuidados, toda obra pública se destruirá. La mala costumbre de lavar carros en las calles es una de las causas que contribuye al deterioro, así como las constantes roturas de tubería de agua potable y aguas servidas, que provocan filtraciones y socavan el suelo, provocando los baches. Además, la EAPAM excava y no vuelve a cubrir ciertos espacios abiertos con la prontitud que amerita el caso. Efraín Méndez, directivo de los comerciantes de “La Bahía”. Indicó que el concejo debería programar el arreglo de calles y empezar a sancionar a quienes atentan contra el ornato. En el caso de la calle 6, su reparación debe ser inmediata para evitar que lo que queda de calzada desaparezca. LA ORDENANZA SÓLO ES LETRA MUERTA La ordenanza estipula que las calles no pueden ser convertidas en mecánicas, pero esto es letra muerta. Ningún departamento asume la responsabilidad. NO HAY CONTROL DE CUMPLIMIENTO El Municipio da permiso para romper las calles, pero no constata si vuelven a ser reparadas ni aplica sanciones a quienes incumplen la ordenanza.