Objetivo. Johana Palma, coordinadora del CIBV Horizonte, del sitio Agua Fría de la parroquia Ayacucho, manifiesta que este tipo de evaluación es esencial sobre todo porque ayuda a complementar el desarrollo integral de los niños.  

“Receptaremos todas las recomendaciones dadas por el personal evaluador y las desarrollaremos a través de  las educadoras”, indicó. 

María Aragundi, educadora del CIBV Corralón, expresó que esta evaluación es de vital importancia. “De esta manera  podemos descubrir cuál es el niño que tiene dificultad en cualquier área de aprendizaje y así podremos ayudar a superar esas debilidades, ya que somos nosotras quienes estamos directamente relacionándonos con los niños”, concluyó  Aragundi. 

Uno de los niños tratados fue Jahir, quien tiene cuatro años de edad. Él  asiste  al CIBV de Corralón, de la parroquia La Unión de Santa Ana. Al menor se le realizó la prueba de tamizaje denominada “Denver”, por parte de Adrián Tigua Peñafiel, psicólogo del distrito de Salud. 

Tigua dice que Jahir tiene un adecuado desarrollo psicomotriz. 

En el mismo lugar está la otra cara de la moneda, una pequeña que nació a las 28 semanas de gestación, en parto gemelar. 

Ella presenta fallos en las cuatro áreas evaluadas, razón por la cual es derivada  al Centro de Rehabilitación Integral Especializado (CRIE) para evaluación y tratamiento de  mayor complejidad. 

Tigua indicó que el objetivo de dicha evaluación es conocer el desarrollo del sistema nervioso y sus diferentes etapas para comprender los déficits que pueden aparecer.