Así, se conoció que el responsable de los parques anunció una campaña para identificar los ejemplares que estén en condiciones de causar peligro por la edad, por daños en sus troncos, ramas o raíces, o por el lugar donde se encuentren y que presenten inestabilidad.

Con estas consideraciones ya se taló un árbol en un parque, cuyo tronco presentaba deterioro y se constituía en riesgo para los transeúntes, estimándose que esta labor de inspección y tala será continuada, haciendo más segura la estancia de quienes frecuenten esos lugares de descanso y reuniones de ciudadanos amantes a la naturaleza.

Concomitantemente, debería establecerse una resiembra de especies arbóreas que sean más resistentes y se acomoden al ornato de la ciudad, pues hay algunos que sus ramas levantan los parterres y resquebrajan el pavimento.