Un balance realizado por la Secretaría de  Gestión de Riesgos (SGR) da cuenta de afectación a 265 viviendas. Orfa Cabezas, coordinadora zonal de esa dependencia, explica que solo en uno de los casos se presentaron damnificados que debieron ir a albergues o casas acogientes.
Cabezas explicó que los deslizamientos y oleajes en Jama, especialmente en El Matal dejaron 150 casas afectadas. Allí doce familias debieron ir a albergues y ocho donde parientes o amigos. Este es el cantón con más familias perjudicadas.
En número de casas afectadas sigue lo que ocurrió en Chone: en San Antonio y otras poblaciones la crecida de ríos provocó inundación en 54 casas.
Mientras que en Montecristi también el lodo que trajo la lluvia de más de 14 horas   afectó a 30 hogares, se reportó.

>CRUCITA. En la parroquia portovejense la arremetida del mar y sus olas afectó a 20 viviendas. Tolita Ponce, moradora de la comunidad de Los Arenales, señaló que en este sector existe temor porque las piedras escolleras que ubicaron en este tramo empiezan a ceder. “Tengo la intención de poner un negocito en el malecón, junto al muro de piedras escolleras,  pero da miedo porque las piedras empiezan a ceder”, dijo.

> MANTA. Cabezas informó que en Manta, seis casas de el barrio La Pradera y dos de El Porvenir tuvieron afectaciones tras las lluvias. En total ocho en ese cantón.
Hay también el reporte de tres casas afectadas en Pedernales.
Cabezas destacó que en todos los casos hubo una respuesta oportuna de las instituciones locales y organismos de socorro.
Dijo que como se ha venido realizando una preparación se pudo atender de inmediato los requerimientos de los ciudadanos afectados.
La funcionaria destacó que los equipos municipales de riesgo actuaron oportunamente.

> DESMONTAN. Tras los fuertes oleajes en El Matal de Jama, en el sector de Puerto Nuevo, alrededor de una decena de habitantes empezó a desmontar sus viviendas.
El mar ha llegado a socavar incluso la tierra bajo su estructura.
Juan Carlos Solórzano, uno de los afectados, dijo que tiene que dormir con un ojo abierto y con uno cerrado porque no sabe en qué momento el mar se lleva su casa.
José Basurto, quien desmontó su vivienda hace una semana, manifestó que jamás se iba a imaginar que el mar llegaría hasta su vivienda que estaba en una zona alta del malecón.
Trabajadores como Ámaro Cedeño son contratados para las tareas. Cuenta que tardó tres días en retirar la madera de una vivienda mixta de dos pisos, Dijo que el dueño lo contrató junto a dos personas más para aprovechar la misma madera para rearmar su casa.