La expansión de estos canales se llevará a cabo mediante la integración de cooperativas de ahorro y crédito reguladas y no reguladas en el sistema nacional de pagos de alta tecnología, administrado por el Banco Central de Ecuador (BCE). Según el comunicado hecho público hoy por el BID, el objetivo general es contribuir a la incorporación de receptores de remesas, especialmente en zonas marginales y rurales, al sistema financiero formal. La incorporación se realizará a través de intermediarios financieros que ofrezcan servicios de calidad en transferencia de remesas. Según el BCE, las remesas dirigidas a Ecuador tienen un monto promedio de 175 dólares y benefician a casi un millón de ciudadanos, el equivalente al 14% de la población adulta de ese país. Sin embargo, en Ecuador, el acceso a canales bancarios formales en zonas rurales es limitado, lo que aumenta el coste, tiempo y riesgo de los envíos de dinero, afirmó la jefe del equipo del proyecto, Rosa Matilde Guerrero. "Las empresas de envío canalizan las transferencias electrónicas a través de sistemas de bancos corresponsales nacionales e internacionales que encuentran especialmente costoso trabajar con pequeños intermediarios financieros, más aún si no están regulados o se encuentran en zonas remotas", agregó Guerrero. Por eso a través de este proyecto el BCE ha propuesto que se incorpore a estos pequeños intermediarios financieros de zonas rurales a un sistema de pagos interbancarios de alta tecnología, tal como el Sistema Nacional de Pagos (SNP). La institución financiera considera que esta medida facilitará la transferencia de fondos al reducir su costo y tiempo de envío y asimismo optimizará el acceso a remesas en zonas rurales mediante el uso de canales formales. "Esto, a su vez, disminuirá el volumen de dinero transferido por canales informales y arriesgados, promoviendo así la incorporación de los receptores al sistema financiero formal", concluyó Guerrero. Las remesas de emigrantes se han multiplicado por diez y han aumentado de 200 a 2.005 millones de dólares en el período comprendido entre 1993 y 2005, según datos del BCE. FOMIN es un fondo autónomo administrado por el BID que apoya el desarrollo del sector privado en América Latina y el Caribe, que se centra en microempresas y pequeños negocios.