En el camino se puede encontrar vendedores de dulces, tortillas de maíz y de frutas como papaya y coco.

Ángela Sánchez llegó desde Santo Domingo para disfrutar de la comida y  la tranquilidad del río.

“El río no es tan hondo ni correntoso, los niños se pueden bañar sin problemas”, comenta Sánchez.

Decenas de comerciantes llegan hasta el sector para vender panes de almidón, corviches, pastelillos y prensados.

COMERCIO. Wilmer Basurto prepara y ofrece panes de almidón a orillas del río. Explica que en cada feriado logra vender más de 1.500 unidades. “Los días buenos hay que aprovecharlos, como en este feriado”, añade.

José Zambrano llega cada sábado y domingo a vender prensados.

El feriado para él no ha sido tan bueno. “Solo he vendido 40”, comenta.

TRADICIÓN. El coco es el fruto más vendido de esta comunidad.

La principal actividad comercial de este balneario es la venta al por mayor y menor de este producto. Eligio Solórzano, propietario de las cabañas “Sangre Azul”, confirma el éxito del feriado.

“Al tener mucha comida criolla variada vienen más turistas”, expresa. Solórzano comenta que los mejores feriados son carnaval, Semana Santa y fin de año.

OTROS ATRACTIVOS. Balnearios como La Jagua y Las Peñas de Rocafuerte también tuvieron gran acogida durante el feriado.  

En estos sectores más de 28 personas se dedican a realizar turismo comunitario que aprovecha el río y los atractivos de la gastronomía manabita. 

“Vine hasta acá porque es tranquilo para pasar en familia”, expresa Líder Cobeña mientras disfruta de un caldo de gallina en el balneario La Jagua.