Don Alfredo aún utiliza su burro que monta con mucho orgullo frente a los carros de lujo y equipo camionero que cruza por la vía estatal Rocafuerte-Chone-Quito. 

“‘Titán’ no se queda ni en invierno ni en verano”, explica Dueñas.

Indica que lleva más de tres décadas junto a su acémila de trabajo y no piensa dejarla a un lado. 

“En este transporte no hay tanto gasto”, dice entre risas.

La única “gasolina” que gasta para su bestia son unas cuantas hojas de maíz  que las lleva diariamente en un costado de su fiel compañero. 

“Todos los días comen la ración necesaria, como las criaturas”, explica el agricultor. 

>SIMILAR. Las motos no pudieron subir la empinada loma de la comunidad de San Eloy, pero el caballo de Colón Basurto subió sin mucho esfuerzo cargado de hierba la intransitable colina. 

Don Basurto lleva desde los ocho años montando a caballo y siempre ha vivido en las alturas de esta comunidad. 

“Al caballo desde pequeño hay que enseñarle a que lleve carga, sino se pone vago y lerdo”, explica Basurto. 

Ni ‘Titán’ ni el burro de Basurto se doblegan al ver cruzar centenares de vehículos a 90 y 100 kilómetros por hora.

Ellos mantienen su paso firme, sin prisa, pero siempre llegando a la meta. 

“Ya nos acostumbramos a no dejar de usar nuestros burritos”, agrega Dueñas.

Don Basurto comenta que una buena bestia puede costar entre 300 y 600 dólares.

“Los caballos, burros y yeguas pueden suben cualquier loma y cargados”, dijo. 

Explicó que igual requieren cuidados y vacunas. 

“Lo único que detiene a estos animales es la muerte”, puntualiza Basurto.