En las afueras del lugar se encuentran ocho comerciantes que expenden comida, jugos y dulces.
Ellos dicen que están para satisfacer las necesidades de los deportistas y de las personas que llegan a observar los partidos de fútbol que se realizan en el complejo deportivo.
Uno de ellos es Julio Villarroel.
El hombre, habitante del sector Guayaquil y Esmeraldas, indicó que todos los sábados acude al lugar a vender papas fritas con pollo.
El valor de dicho plato es de un dólar.
“Este sector es bueno, la cancha acoge a muchos deportistas”, informó.
Actualmente en el complejo deportivo se juega el Campeonato Infanto-Juvenil Semillitas.
Jayron Ordóñez expende los famosos granizados (hielo picado con saborizantes).
Él hombre vende cerca de 60 raspados en un día.
De lunes a viernes es empleado público.
Para los comerciantes lo negativo de trabajar en la zona es lidiar con el esmog y el abuso de muchos conductores en cuanto al exceso de velocidad.
Los vendedores hacen un llamado a los choferes con el objetivo de que sean más prudentes al momento de manejar.
“Puede que en cualquier momento ocurra un accidente grave. Aquí llega mucha gente los fines de semana”, indicó Ordóñez.