A Genaro Solórzano, padre biológico de Castro, le extrajeron muestras de sangre para comparar su ADN con el de los restos hallados.

Él quiere saber si los huesos, que estaban enterrados en un saco, son los de su hijo.

El proceso de identificación durará entre 15 días y un mes, explicó Solórzano.

Los despojos fueron hallados luego de que personal del GOE (Grupo de Operaciones Especiales), Dinased (Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros) y de la Fiscalía allanaran la madrugada del miércoles una finca en El Limón de Rocafuerte.

En el lugar, según detallaron los agentes, a unos 50 metros de una vivienda fueron encontradas enterradas partes de un cuerpo humano.

Una persona fue detenida en esta operación. También se decomisaron varias armas blancas y de fuego, informó la Policía.

El jefe de la Policía Judicial, el coronel Mario Cerda, dijo que el aprehendido fue trasladado la tarde del miércoles a dos audiencias, una en la que se lo acusó por tenencia de armas y otra en la que se lo investiga por la desaparición de Mario Castro. 

En ambas audiencias se ordenó prisión preventiva, dijo el jefe policial.

MUY CONOCIDO. Mario Castro era una persona muy querida en El Limón y sus alrededores. Le decían “Chocorrado”, indicaron personas que lo conocían.

Se dedicaba a pintar casas, era ebanista, hacia tatuajes y tenía otras ocupaciones, agregaron.

La familia de Mario Castro explicó que él vivía en Guayaquil y en el sitio Sosote (cerca a El Limón).

“Iba y venía. Pasaba aquí y allá”, dijo uno de los allegados.

La desaparición de Castro fue denunciada por una hermana que reside en Guayaquil, ya que él no contestaba el teléfono, dijeron los familiares.