Existen muchas razones: los dientes fuertes y sanos permiten que los chicos mastiquen bien los alimentos y así puedan crecer adecuadamente. Además, los dientes permiten hablar con claridad y sonreír con libertad.
Un niño con dientes sanos es un niño fuerte, alegre y saludable.
Para proteger tus dientes debes:
1. Cepillarte al menos dos veces al día: Es necesario lavarse los dientes después de desayunar y antes de acostarse. Lavarse los dientes destruye las bacterias.
2. Lavarte todos los dientes: Cada uno de los dientes es importante, no solo los que están adelante. Hay que dedicar tiempo a los dientes laterales y a las muelas.
3. Dedicar suficiente tiempo: El cepillado debe durar por los menos tres minutos. Un cronómetro o escuchar tu canción favorita te pueden ayudar a medir el tiempo.
4. No olvidar la seda dental: Aunque al principio te parezca extraño, pasar la seda dental entre cada par de dientes elimina los restos de alimentos.
5. Utilizar enjuague bucal: Después de cepillar los dientes, usa un refrescante enjuague bucal para acabar con las bacterias y disfrutar de un fresco aliento.