Vale señalar que jamás ha ocurrido ni existen evidencias de algún tipo de actos violentos entre los miembros de esta comunidad; existen discrepancias de opiniones, es verdad, pero esto es común y frecuente en cualquier centro de estudio superior del mundo, donde la universidad es el centro y el mejor lugar para debatir ideas, ideologías, posiciones, teorías, proyectos, planes. En fin, es el espacio idóneo de la más alta calificación para que las divergencias sean discutidas y analizadas, tratando de obtener las mejores alternativas de solución a la infinidad de problemas que existieren.
Pero que existe o ha existido violencia es tremenda ofensa y mentira a la comunidad universitaria.
En los últimos días, el grupo de interventores, con el apoyo de la rectora encargada, CES y SENESCYT, han reconsiderado dicha resolución y han decidido nuevamente prolongar por tres meses más este atropello a la dignidad, democracia y a los diferentes estamentos universitarios. Y nuevamente han resuelto que en este nuevo plazo, ahora sí se realizarán las elecciones.
En lo personal tengo dudas que esto se cumpla, porque las evidencias están demostrando lo contrario; y para nadie es un secreto a voces que parece que les está gustando estar en este poder a quienes están encargados del rectorado y vicerrectorados, donde, indudablemente, los beneficios de sueldos y viáticos es un factor que está influyendo.
Pero lamentablemente no se observan los cambios y mejoras que se habían planteado; y no lo están consiguiendo. Por ello se debe exigir la salida inmediata de los interventores, y que el nuevo Consejo Universitario convoque a elecciones de manera urgente, para que quienes resulten ganadores, sean los encargados de reorientar el cambio de 360 grados que esta universidad necesita de manera inmediata, pero con gente nuestra.
En esta comunidad existen recursos humanos en lo docente, administrativo, empleados y trabajadores de la más alta calificación, siendo innecesario buscar en otras provincias o países lo que acá tenemos.
Y eso es lo fundamental, ya que nosotros conocemos esta realidad, lo que hay que hacer y plantear para resolver los problemas, y no estar siendo invadidos y conquistados como hace más de quinientos años. Los tiempos han cambiado y es la hora de protestar con altura y calidad de servidores universitarios.
