Auxiliadora de las Mercedes Saltos Ponce, la feliz ganadora del cero kilómetros que sorteó El Diario, se declara como una hija de Dios bendecida.

Nació en Higuerón de Picoazá rodeada del amor de sus padres Apolonides Saltos y Otilia Ponce y sus cinco hermanos. 

Aunque no recuerda la edad que tenía cuando su madre falleció producto de una enfermedad, asegura que fue cuando era muy niña. Desde ahí, su crianza, educación y costumbres se las dedica a su amado padre. Hablar de él la llena de orgullo, pero recordar su partida la entristece. “Fue un momento demasiado doloroso y decisivo. Tenía 20 años, estaba embarazada y había decidido separarme del padre de mi hijo”, dice Auxiliadora. 

Comenta que como era la menor de sus hermanos, siempre fue la consentida de su padre.

Luego de eso decidió marcharse de casa cuando tenía un mes de embarazada, viajó a Quito a olvidarse de todo y buscar suerte, pero no todo fue color de rosa.

Luego decidió establecerse en Guayaquil, pero tampoco le fue bien. Entre tanto viaje su embarazo corrió varios riesgos, por lo que decidió regresar a Higuerón a vivir junto a la tercera de sus hermanos, Gladys, en una finca que heredó de su padre.

Luego de varios años y de vivir de la costura que realizaba a sus vecinos, su única familia cercana, Gladys, falleció, y con ello una parte de su vida. Vendió la finca y Portoviejo se convirtió en su casa hace 23 años.

Desde entonces arrienda donde pueda, trabaja ayudando en una copiadora, y cuando la contratan, cocina y limpia. Salió adelante con su hijo Marcelo Saltos, quien desde los 18 años empezó a trabajar como mensajero de camaroneras en Guayaquil y actualmente, a sus 41 años, es controlador de la misma en Machala.