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Portoviejo
Aún duele el crimen de Gema

Las lágrimas no cesan en el rostro de Teresa Macías mientras recuerda a su hija Gema Liseth Zambrano Macías, asesinada hace cuatro años.

Martes 04 Agosto 2015 | 04:00

 Los hechos vuelven a Teresa a fuerza de todavía frescos recuerdos.

La noche del 30 de agosto del 2011 ella estaba en el hospital Verdi Cevallos Balda cuidando a su esposo que se debatía con la muerte.
Llamó a Gemita, como le decía, para recomendarle que fuera a dormir a la casa de una vecina porque ella tenía que quedarse en el hospital.
La hija, de 14 años, le respondió que no se preocupara, que se quedaría en la casa y estaría bien.
Al día siguiente la madre salió temprano del hospital y tomó el bus para ir a la vivienda, en la ciudadela Rafael Correa de la parroquia Simón Bolívar, en Portoviejo, a prepararle el desayuno a Gemita.
Antes de llegar recibió una llamada. Un familiar le decía que se apurara, que había pasado una desgracia.
“Lo primero que se me vino a la mente fue que mi esposo había muerto, pero nunca imaginé que me habían matado a mi hija”, cuenta Teresa en medio de su llanto.
>Lo que pasó.  Según los informes policiales, Gema fue encontrada muerta por vecinos, con huellas de haber sido violada, estrangulada y apuñalada dentro de su vivienda.
El hallazgo  ocurrió el 31 de agosto.
La ciudadanía se conmocionó con el suceso por la crueldad del crimen y porque se trataba de una adolescente muy apreciada.
Una vecina aseguró después que había escuchado gritos que provenían de la casa y luego había visto salir a un hombre.
Cuando la mujer fue a ver qué había sucedido, encontró el cuerpo de Gema Zambrano ensangrentado y sin vida.
La Policía informó que el cadáver presentaba varios cortes producidos por un cuchillo. Además mostraba signos de haber sido violada.
Gema Liseth era la menor de cinco hermanos, la única mujer. Estudiaba en la academia Luis Alfredo Carvajal, donde cursaba la rama de belleza, y esperaba egresar cuatro meses después, ya como artesana.
Cuatro días después del asesinato la Policía capturó en el cantón El Empalme, en la provincia de Guayas, a Fabián J., conocido como “Pelé”, quien fue acusado del crimen.
El supuesto asesino fue enviado a Manabí, pero por el riesgo que corría su vida lo recluyeron en la cárcel de Santo Domingo.
Ocho meses más tarde lo hallaron culpable de la violación y asesinato, por lo que el primer tribunal de garantías penales de Manabí lo sentenció a 35 años de prisión.
Es el primer detenido sentenciado a una condena de prisión especial, a 35 años de cárcel, en Manabí.
>En el dolor.  El dolor de Teresa fue mayor aún porque Luis Zambrano, padre de Gema, murió al día siguiente del asesinato de su hija.
La casa donde vivían tuvo que ser demolida para evitar que los recuerdos se apoderaran de los familiares, y en especial de Teresa.
En la nueva vivienda, construida con caña guadua, ella tiene un altar con muchas fotografías de su hija, a las cuales cada día les enciende una vela para elevar una plegaria a Dios y pedir por el alma de Gema.
“Yo lavo ropa ajena, mi hija quería que le comprara una computadora porque ella quería ser profesora”, indica la dolida mujer. 
“‘Mami por fa..’, esa era la palabra clave que decía Gemita cuando quería algo”, cuenta Teresa.
Golpeada por los recuerdos, dice que Fabián J. era muy cercano a la casa. Incluso en una oportunidad  los vecinos recogieron respaldo para sacarlo del sector porque era considerado una persona peligrosa, pero ella se negó a firmar por temor a represalias.
La tragedia también golpeó a la familia de “Pelé”. Ellos tuvieron que huir. 
El crimen despertó tanto la ira, que la gente destruyó la casa en la que vivían e incluso trataron de atentar contra sus vidas. No se conoce su paradero.
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