“Quienes hicieron el estudio se olvidaron de tomar en cuenta un piso, el primer piso no existe, es decir que el segundo está en el aire, además se les pasó por alto multiplicar un cero y determinaron que el costo de la obra era de 900 mil dólares cuando en realidad costaba dos millones”, explicó Quirola.

Los estudios para el alcantarillado de la zona A también causaron inconvenientes a los constructores de la obra, “pues quienes hicieron el estudio no tomaron en cuenta el suelo deleznable (que cede con facilidad)”, explicó la primera autoridad municipal.

En la Zona B del alcantarillado, el estudio contratado es de 1,5 millones dólares, “pero está incompleto pues solo involucra a los ríos Pove y Code y deja un lado a Code Chico, Río Verde y Chigüilpe”.

Las consecuencias de estos procesos traen consigo una reestructuración de contratos y por ende atrasos en las obras y nuevos precios.

En lo que va del año el Municipio ha contratado veinte estudios a un costo de 7 millones de dólares. El presupuesto para obras es 54 millones.

Los costos de los estudios oscilan entre 44 mil a 658 dólares. 

Un ejemplo es la contratación del estudio para dotar de nomenclatura (letreros con nombres de calles) a la ciudad a un valor de 537 mil dólares.

“La inversión en los estudios es, en promedio, el 8 por ciento del costo que tiene la obra”, expresó Jorge Nicolalde, coordinador de Infraestructura y Ambiente.

El funcionario explicó que 42 estudios, entre ellos la adecuación del archivo general y adoquinados en zonas rurales del cantón, son responsabilidad de los técnicos de la Dirección de Planificación.

Quirola manifestó que “sería fantástico que sean los técnicos del municipio quienes hagan los estudios pero es casi imposible, tres personas se dedican a hacer estudios, hace cuatro meses contratamos quince profesionales, solo nueve nos respondieron”.