Incluso en sus prácticas y rituales, según manifiestan los conocedores del chamanismo, mantienen conexión con seres espirituales y con la naturaleza.

Sean las fuerzas naturales, las plantas y animales, ellos están vinculados. 

Por ejemplo, Freddy Calazacón, quien habita en la comuna Chigüilpe, señala que el ‘tsápini’ o la culebra ‘X’ refleja parte de la vestimenta del hombre tsáchila. 

“Los detalles, las figuras que hacemos en nuestros cuerpos con el mali (una fruta o pepa sagrada de un árbol del cual se obtiene una pintura de color negro) también son de la culebra ‘X’”, explicó.

Agregó que los detalles que tiene dicho animal fueron inspiración para crear la ropa del varón, el mampe tsampa (falda de color azul marino y blanco).

“Se dice que antes la culebra era un tsáchila. Para nosotros es algo de mucho respeto, de temor, porque causa la muerte por medio de las mordidas”, agregó el indígena.

De su parte, Augusto Calazacón, chamán, sostiene que el exgobernador Abraham Calazacón hacía sus curaciones de mordeduras con el antiofídico, suero extraído de la serpiente.

 

>CREENCIAS. La nacionalidad Tsáchila mantiene creencias en ciertos animales que influyen en su vida.

“Hasta ahora se mantiene la tradición, son cosas reales”, aseguró Freddy Calazacón.

Detalló que alrededor de las comunas existen aves que anuncian la vida o la muerte.

El ‘na’pichu’ es un pájaro que sin necesidad de que la mujer vaya al médico a hacerse una ecografía, revela que está esperando un hijo.

Las mujeres mayores son quienes lo anuncian y ya sabiendo si el ser engendrado será niño o niña.

“Si quiere comprobar (la mujer) puede hacerse una eco y sale lo que la abuela o mamá dijo, es seguro”, añadió Calazacón.

El canto que emite el ave es diferente para mujer que para varón.

Con sólo escuchar su “melodía” ya es noticia y alegría en los hogares.

Así también, se mantiene la creencia en el ave que anuncia la muerte, como la valdivia.

Con escucharlo genera preocupación en las familias.

 

>MÚSICA. “Nuestro pueblo siempre se basa en lo natural”, refirió el tsáchila. Indicó que la música de la etnia es inspiración de los movimientos de animales, como los vuelos de aves.

“Todos los temas actuales que hacemos en la música tsáchila están basados en la naturaleza”, afirmó Calazacón.

La vestimenta de la mujer también se identifica con el paisaje.

El tunán (falda) y la cinta que usan en la cabellera 

llevan los colores del arcoíris.