Así lo confirmó Aldo Vásquez, director de Riego y Drenaje del Gobierno Provincial de Manabí (GPM), entidad que recibió de manos de la Secretaría  Nacional del Agua (Senagua) el sistema.

Vásquez señaló que luego de que la Senagua culminara a inicios de este año los últimos trabajos de reparación en el reservorio de Los Amarillos (ubicado en Tosagua), se intentó poner en servicio el sistema, pero encontraron una serie de daños y piezas faltantes.

Se trata de la última etapa que ha pasado de Senagua a la entidad provincial que ahora es la encargada del sistema.

Vásquez calcula que las obras faltantes están por los 300 mil dólares y cuenta que se ejecutarían el próximo año. Dijo que esperan dialogar con Senagua, ya que se trata de una parte que no estuvo en uso y que no estaba recibida.

En la Senagua, el subsecretario de la Demarcación Hidrográfica de Manabí, Álex Briones, informó que  cuando culminaron en enero de este año la reparación en Los Amarillos era lo último que tenían pendiente en el marco del traspaso del sistema al GPM.

Sin embargo, señaló que esta segunda fase (terminada de construir en el 2013) no tiene recepción definitiva al consorcio constructor, por lo que en ese marco se puede estudiar cualquier problema que se registre.

Briones resaltó que buscarán dialogar con el GPM para que en el menor tiempo ponga operativo todo el sistema de riego.

Desesperación. En localidades rurales de Tosagua, que están bajo la influencia del sistema que aún no puede operar, sienten impotencia. En decenas de predios están las instalaciones y las tuberías, pero no hay agua.

En el sitio Pitahaya Abajo, Teresa Párraga cuenta que en la época que no hay lluvias el estero se seca y no tienen cómo regar.

Italia Holguín, secretaria de la Asociación Campesina de la localidad, cuenta que la desocupación se toma el lugar porque al no haber agua no hay siembras ni trabajo. “Es durísimo, apenas vivimos de lo que nos queda de la cosecha del invierno”.

En el sitio Las Guaijas de Tosagua, Publio Moncayo Mera está por cosechar su parcela de fréjol gracias a una zanja llena de agua. Cuenta que como ha llovido han tenido suerte; sin embargo, dice que si se seca la zanja no tienen alternativa. Allí cerca están las tomas del sistema de riego que no le dan agua.

Historia. El sistema de riego Carrizal-Chone fue diseñado a mediados de los 90 para regar 13 mil hectáreas de Bolívar, Tosagua y Chone. El GPM calcula que ahora hay 5.000 hectáreas bajo riego.

El costo total del proyecto bordea los 240 millones de dólares y su primera fase se construyó entre el 2003 y 2006. La segunda fase inició su construcción en el 2007 y terminó en el 2013.

Proyección. Aldo Vásquez informó que esperan para el verano del próximo año tener operativo el sistema en su totalidad para aumentar la superficie de riego.