Al pie del mar se vende pescado por libra en fundas transparentes “con falsos nombres, como pez espada, que pasan por picudo, y toyo (culo aguado), por corvina o picudo”, señaló Pomerio Cedeño, vicepresidente de la asociación de comerciantes de pescado y mariscos del mercado Playita Mía. 

Usuarios de este mercado han llegado a reclamar que han sido engañados con determinado pescado, como también que el producto está descompuesto, cuando lo han adquirido a través de vendedores informales que recorren esta playa y que vienen de otras partes de la ciudad, dijo.

En los mesones  está el vendedor legalmente constituido, “que responde a la ciudadanía ante cualquier perjuicio cometido contra su cliente”, manifestó.

La libra de picudo cuesta ahora 4 dólares, y no dos dólares como se la oferta en la zona de playa, porque dan otra especie de pescado, aseguró.

> Las diferencias. Roberto Zambrano, comerciante, explicó que la ciudadanía a la hora de comprar el picudo debe notar que esta especie tiene el cuero espinoso, y que su carne es de coloración entre blanca y rosa; mientras que el pez espada tiene cuero liso y la carne blanca y blanda.

Igual ocurre con el toyo, cuyo cuero también es liso y su carne es blanca y blanda. El comerciante indicó que también el gacho y el banderón tienen parecido con el picudo, lo que es aprovechado por los informales.

El comisario de Ambiente, Manuel Narea, informó que no sólo para evitar el engaño al público,  sino para contrarrestar la contaminación de la playa con los desperdicios de pescado que dejan los informales, se instalarán en Playita Mía vallas informativas que orientarán al público.

Allí se indicará el lugar seguro para hacer la compra de pescado, como también dónde solicitar la limpieza y dónde ofrecen comida marinera.