La alegría que refleja Teresa Vaca al volver a su tierra es evidente. Sus ojos brillan de felicidad, ya que ver al “hijo de Dios”, como le llama ella, es motivo de fiesta. “Desde marzo, que supe que el sumo pontífice vendría a Ecuador, mis hijos me compraron el boleto para verlo por primera vez de cerca, espero me salude por los menos”, explica.

Además, la mujer cuenta con orgullo que también conoció al papa Juan Pablo II. “Sentí una felicidad enorme, es algo que no se puede describir”, cuenta.

Una historia similar narra Susana Castillo, quien hace 30 años conoció a Juan Pablo II durante su visita al Ecuador. “No lo vi tan de cerca, pero igual sentí una inmensa emoción, la diferencia es que veré a Francisco de cerca, tendré el privilegio de escuchar la misa que él ofrecerá en el Parque Bicentenario en primera fila, esto lo logré gracias a un pase que me dio mi cuñada, estoy feliz”, comenta.

Mientras cuenta su experiencia de conocer al papa Francisco, Susana Castillo no puede contener las lágrimas. “Son de emoción, mis amigas me dicen que soy bendecida y por ello me han entregado rosarios, estampitas, velas y todo para que les haga bendecir del Santo Padre”, añade.

Ángel Deleli es un argentino que vino para participar en las diversas actividades que el Papa realizará en su gira por Latinoamérica. “Estoy emocionado, no tengo palabras para describir esto. Ver por primera vez al Papa, y más porque es de nuestra tierra”.

Así como ellos, más de 200 mil personas coparon ayer las distintas calles por la que pasó Su Santidad hasta llegar a la sede episcopal, donde se hospeda durante su estadía de cuatro días en Ecuador.