Capítulo aparte es la visita pastoral que hará el papa Francisco al Ecuador, que llegará a Quito el domingo 5 y viajará a Bolivia el miércoles 8, siendo esta la segunda venida de un Papa a nuestro país, ya que hace 30 años, en 1985, estuvo por acá Juan Pablo II.
El papa Francisco estará escasas 8 horas haciendo visita a Guayaquil, en donde desarrollará importantes actividades, siendo la más trascendente la misa campal que celebrará en el acondicionado parque Samanes y a la que asistirán católicos de las provincias circunvecinas como lo son Manabí, los Ríos, El Oro, Azuay, Cañar, Loja, así como del norte de Perú.
Esta visita papal ha despertado la atención no solamente de los católicos, sino de los ecuatorianos en general, ya que ha servido para que durante estos días previos a la llegada del papa Francisco y durante su permanencia en el país se aplaque y aminore el fervor político que ha venido activando a los ecuatorianos, tanto a los que están a favor como a los contrarios al régimen que nos gobierna. Tanto es así, que las manifestaciones multitudinarias de la semana anterior en varias ciudades del país no se darán durante estos días, esperándose que esta visita papal sirva también para actuar en los necesarios cambios que deben operarse en las autoridades correspondientes y que han llevado a las protestas populares.
Son varios los motivos de esa inconformidad, los que según encuestas y pronunciamientos últimos cuentan con el rechazo mayoritario de la ciudadanía, destacándose leyes y proyectos que van en contra de la Constitución y de las normas que rigen en un Estado democrático.
Por todo esto, se espera que la visita próxima del papa Francisco sirva para traernos paz y concordia, así como amistad y unión y los necesarios cambios de actitud de los ecuatorianos tanto de gobernantes como de gobernados.
Todos esperamos que esta visita papal tenga resultado favorable y que la tranquilidad y regocijo no sean momentáneos, ya que lo peor es que ido el Papa se vayan con él esa paz y esa concordia, así como esa unión que tanto necesita el Ecuador.
Elevemos entonces una oración por esos cambios que requiere nuestro país.