Albertina Calazacón, gestora del Centro Turístico Tolón Pelé, ubicado en la comuna Chigüilpe, cree que un poné (chamán) muy poderoso pudo haber retomado vida en el árbol. 

“Cuando el cuerpo se descompone, los huesos se transforman en tierra negra y se producen raíces, de ahí se van abriendo hojas y nace una planta”, dijo Albertina. 

Para los tsáchilas el árbol Tolón Pelé es sagrado. 

A su alrededor se realizan limpias o sanaciones. 

Tolón Pelé, un árbol mitológico y con 350 años en el sector Chigüilpe, fue escogido por quienes integran el centro turístico para darle nombre a su empresa comunitaria, indicó Albertina, quien es hija de Liborio Calazacón, también gestor.  

Según Albertina, en la zona donde se encuentra el árbol, se acumulan energías positivas. 

Los tsáchilas asentados en la comuna Chigüilpe, ubicada en el kilómetro siete de la vía Santo Domingo-Quevedo, afirmaron  que la planta mide 62 metros, hasta su copa.

El momento adecuado para hacer rituales alrededor del árbol Tolón Pelé es durante la tarde (18h00).  

“Es necesario que los cuatro elementos (fuego, viento, agua y aves) estén cerca, es el mejor horario para meditar y liberarnos de energías negativas”, dijo Albertina. 

Muchos de los visitantes que llegan al centro turístico se sienten atraídos por el árbol. 

“Cuando las personas se acercan a él lloran, pues sienten ese despeje de malas vibras. Al momento de nuestras reuniones aparecen mariposas blancas que dan vueltas en el árbol, dando paz y tranquilidad a quienes vienen”, explicó la gestora.  

Freddy Calazacón, otro miembro de la comuna Chigüilpe, manifestó que los eventos que realizan en en el centro turístico son únicos.  

“Los turistas que nos visiten van a estar muy complacidos. Tenemos  guías nativos para el recorrido correspondiente, ellos también explican detalles del árbol”, añadió. 

Este lugar abre sus puertas a los turistas durante todo el año.

Las personas que lo visiten podrán observar animales, realizarse baños de vapor, visitar el cementerio antiguo, probar jugo de caña, bailar con instrumentos tsáchilas, visitar las viviendas antiguas, ser parte de rituales, comprar artesanías y probar los ricos platos de la nacionalidad.