Una neoyorkina se enteró de que el hombre que la había criado en su infancia murió.
Consciente de que tenía un bolsillo privilegiado con una herencia de varios millones de euros, la mujer asaltó la tumba del hombre y tomó pruebas de ADN para demostrar que en realidad el fallecido es su padre biológico. La mujer asegura que su madre tuvo un encuentro sexual con ‘su padre’, un importante empresario hotelero que generó durante toda su vida una fortuna superior a los 90 millones de euros.