Estas casas se localizan en 45 sectores atravesados por los ríos Manta, Burro, Muerto y numerosas quebradas que no han respetado los 6 y 10 metros de retiro, indicó la dependencia. 
María Consuelo Vargas tiene su casa de construcción mixta asentada a orillas de las uniones del río Tigre con el Burro, en el sector de la Nueva Esperanza. 
De su casa a la orilla de los cauces hay un metro de distancia.
Vargas señaló que tiene cerca de 30 años habitando en el lugar y que le ha tocado vivir tres inviernos fuertes y no ha sufrido mucho con las inundaciones. 
A ella no le gusta la idea de la reubicación, que en muchas ocasiones le ha planteado el municipio. “Jamás recibiré una casa amplia como la que tengo ahora”, anotó.    

> Control. Eduardo Benavides, director de Gestión de Riesgo, señaló que en lo que transcurre del 2015 los asentamientos en zonas de riesgos han sido pocos. 
Se registró un caso de una familia a la que se le clausuró la construcción de una vivienda a orilla de uno de los ríos. 
Sin embargo, aprovecharon un fin de semana para armar una loza de hormigón, agregó. 
Benavides mencionó que el interés del municipio es retirar a cerca de 700 familias de las riberas de quebradas y ríos y reubicarlas en la ciudadela Mi primer lote. 
“También hemos empezado a construir trinches para arborizar las laderas y evitar más asentamientos de viviendas. 
En total vamos arborizar 220 hectáreas en un  plazo de tres años”, dijo.
Candy Rodríguez proyecta un negocio de vulcanizadora a la orilla del río Muerto, en el sector La Florita, pero protegerá la obra  con muros de gaviones. El terreno es privado.